jueves, 28 de junio de 2007

Cuidados de las lechugas

Las lechugas necesitan ciertas atenciones para que crezcan lo más saludables posibles. Os brindamos algunos consejos:

  • Su multiplicación se realiza mediante semillas. La siembra directa sólo se produce en casos aislados como en la variedad Iceberg en los Estados Unidos.
  • La distancia entre las plantas debe ser de 20 cm. y entre las filas, de 50 cm. Además, no sembraremos a más de 2 cm. de profundidad.
  • La temperatura debe oscilar en torno a los 15º C durante el día y los 5º C por la noche. El contraste es necesario y hemos de recordar que las lechugas soportan mejor las altas temperaturas que las bajas, aunque se muestran resistentes a las heladas.
  • Se adaptan muy mal a la escasez de humedad, no sobrevivirían a un periodo de sequía.
  • Respecto a los sistemas de riego, prevalecen dos: por goteo, en el caso de los invernaderos, y por cintas de exudación -tuberías de un material poroso que distribuye el agua de forma continua por medio de dichos poros- al aire libre, frente al descenso de otros, como el tradicional de aspersión. La mejor forma de regar es con mucha frecuencia pero empleando muy poca cantidad de agua, para que no se pudra la planta.
    • El abono no debe ser abundante, excepto en potasio, que es lo que más reclaman las lechugas, y en magnesio, que les potencia el color verde.
    • Hay que deshacerse siempre de las malas hierbas, que pueden acabar con la vida de la planta.
    • La recolección se realiza cuando observamos que la cabeza de la lechuga está compacta, con las hojas apretadas.
    • A la hora de almacenarla, lo ideal es hacerlo a una temperatura de 0º C.
    Enfermedades y plagas
    Como todas las plantas, las lechugas son susceptibles de contraer ciertas enfermedades o de ser atacadas por plagas. Las más habituales son:

    Enfermedades:

    • Mildiu: se trata de unas manchas que aparecen en el haz de las hojas y que adquieren un color amarillento. Frecuentemente, se produce en primavera y en otoño, que es cuando el ambiente está más húmedo. No se recomienda tratarlas con productos, porque como su ciclo es corto, es mejor directamente cultivar las especies más resistentes.
    • Virus del mosaico: también son manchas sobre las hojas. Las causan los virus que habitan en las semillas o los pulgones. Comienza con motas verdes que van creciendo a la vez que lo hace la planta.
    Plagas:
  • Pulgones: su forma de actuar es chupando la savia, de manera que la planta se marchita. Van desde las hojas externas avanzando al interior y su repercusión varía en función del clima. El momento más frecuente en el que atacan es el de la recolección.
  • Babosas: se comen las hojas durante la noche. Es muy fácil identificarlas, ya que dejan a su paso un reguero plateado.
  • Larvas de las polillas: como viven en el suelo, se alimentan de las raíces, marchitando las hojas.
  • martes, 26 de junio de 2007

    Cultivar lechugas

    Si eres de los que quieres tener un huerto en casa pero te resistes por el enorme trabajo que ello conlleva, te darás cuenta de que es más sencillo de lo que parece, y te permitirá disfrutar de verduras y hortalizas recién cortadas en tu mesa. Si te animas a sembrar unas extraordinarias lechugas, toma nota.

    De procedencia asiática, tenemos noticias de su cultivo desde hace, aproximadamente, 2.500 años. Se trata de una planta anual que destaca por sus brillantes hojas verdes, que se dedican a la alimentación.

    Elige la variedad
    Antes de comenzar a plantar, lo primero que debemos hacer es decidir la clase de lechuga que trataremos. Os presentamos las más usuales:

    • Romana: es la clásica. Las hojas son más largas que anchas y se encuentran separadas por un nervio central.
    • Cogollos: de hojas apretadas y sabor más dulce.
    • De hojas sueltas: como su propio nombre indica, presenta las hojas disgregadas. Entre ellas destacan, por ejemplo, la Cracarelle y la Red Salad Bowl.
    • Iceberg: de forma redonda, son hojas superpuestas en capas que resultan crujientes al paladar.

    ¿Qué suelo necesito?
    Para que nuestra labor se desarrolle de forma correcta, es necesario que el terreno sea arenoso-limoso -con lodo- y que cuente con un buen drenaje. Sólo procederemos a encalar cuando la acidez sea muy elevada, puesto que no permitirá una buena cosecha.

    También hemos de tener en cuenta la época elegida para sembrar, ya que, por ejemplo, en verano el suelo debe ser rico en materia orgánica para que las plantas crezcan más rápido, o en primavera arenoso, porque se calienta antes y la recolección se puede realizar con más antelación.

    Los primeros pasos para comenzar a plantar son nivelar el terreno, crear surcos y señalar la disposición de los diferentes ejemplares, que se ubicarán en una especie de banquetas para que no estén en contacto con la humedad. Por otro lado, no se recomienda limpiar el suelo con sustancias químicas, debido a que las lechugas son muy susceptibles a estos productos.

    viernes, 22 de junio de 2007

    Cultivar fresas (2)

    En macetas
    El fresal también se deja cultivar muy bien en macetas o jardineras. Las recomendaciones arriba nombradas también son válidas para este modo de crecimiento. Puedes elegir el fresal común, pero, sobre todo, en la terraza y el balcón se recomiendan los fresales colgantes. Debe tener en cuenta los siguientes puntos:

    • Procura que haya buenos agujeros de drenaje.
    • Usa tierra de maceta de calidad. Existe incluso tierra especial para fresales.
    • Riega diariamente, sobre todo en la época de floración. Con un tiempo caluroso las macetas pueden secarse en un solo día.
    • Coloca los tiestos y jardineras en un lugar soleado y no expuesto al viento.
    • Durante los meses invernales sí que tendrás que meter dentro de casa las jardineras.

    Época de cosecha
    Dependiendo de la variedad, puedes cosechar la fruta desde finales de junio y hasta bien entrado agosto. Especialmente en el caso de las variedades de larga fructificación, la cosecha está garantizada.

    Recolecta con cuidado las que ya están maduras, es decir, sólo las que estén totalmente rojas. Coge siempre las fresas incluyendo los petalitos. Esto evita enfermedades en la planta y conserva la fruta durante más tiempo, si es que esto es posible. Porque, ¿quién es capaz de resistir la tentación de meterse inmediatamente a la boca este cálido fruto maduro del sol con su rico aroma?

    miércoles, 20 de junio de 2007

    Cultivar fresas

    La fresa es la variedad de fruta más popular en los meses estivales; de hecho en los Países Bajos es llamada 'la pequeña reina del verano'. Son sabrosas, fáciles de cultivar e incluso se pueden cosechar en macetas en la terraza o el balcón. A los niños, sobre todo, les parece emocionante contemplar cómo las bonitas florecitas blancas se transforman en deliciosos frutos rojos.

    Estas pequeñas frutas se comen desde tiempos inmemoriales. Si bien en la Prehistoria se recolectaban como fresas silvestres, desde la Edad Media se empezó con el cultivo organizado. A partir del siglo XVII, gracias a hibridaciones con el fresal salvaje de América y las variedades con frutos más grandes de Chile, surgieron poco a poco las especies que conocemos hoy en día.

    Condiciones para una rica cosecha
    La planta gusta de un tipo de suelo ligeramente ácido, con un buen drenaje. Sobre todo en los meses estivales, no se puede quedar agua alrededor de las raíces, ya que esto causaría inmediatamente su putrefacción. Si cultivas los fresales en arriates en el huerto, resulta práctico levantar un poco el terreno.

    Para evitar enfermedades, es aconsejable crear cada año un arriate nuevo y dividir los ejemplares, quitar las partes más viejas y cultivar las plantitas recién formadas. Para obtener una rica cosecha es imprescindible abonar bien. En el otoño puedes aplicar un abono orgánico como estiércol o un granulado de estiércol seco.

    Los fresales en arriates se suelen plantar en filas, con una distancia intermedia de aproximadamente 25 cm. La mejor época para crear un arriate nuevo es el mes de agosto. En la plantación es muy importante que el corazón de la planta (la parte leñosa más gruesa, justo debajo del punto donde brotan los tallos), se encuentre por encima del suelo.

    Después del cultivo, es necesario pisar bien la tierra y regar. Con un tiempo muy soleado, es mejor cubrir temporalmente las plantitas jóvenes con unos periódicos viejos, por ejemplo. Vuelve a quitarlos por la noche, porque si no, las plantas se secarían.

    Durante los meses invernales, hay que cubrir las plantas con paja, por ejemplo. En la primavera debes quitar las hojas viejas que se han vuelto marrones. Tan pronto como empiecen a florecer, hay que regar con regularidad. Durante la floración puedes abonar adicionalmente con un abono potásico diluible en agua. Cuando los frutos empiecen a madurar, es buena idea echar una capita de paja alrededor que mantenga limpias las fresas.

    lunes, 18 de junio de 2007

    Céspedes resistentes a la sequía (Continuación)

    Mezclas adecuadas de césped
    Una vez descritas las características de las gramíneas mas resistentes en la creación de céspedes para climas con sequía extrema y escasez de aguas, detallamos mezclas recomendables para distintos puntos de la Península Ibérica:

    Zona centro (Clima continental semiárido):

    • 40% Lolium perenne.
    • 25% Festuca rubra commutata.
    • 15% Poa pratensis.
    • 10% Agrostis stonolifera.
    • 10% Agrostis tennuis.
    O bien
    • 15% Cynodon dactylon.
    • 50% Festuca arundinacea.
    • 35% Lolium perenne.

    Levante y Baleares (Clima mediterráneo templado):

    • 40% Lolium perenne.
    • 20% Festuca rubra commutata.
    • 20% Poa pratensis.
    • 20% Agrostis stolonifera.
    Canarias y Andalucía (Clima mediterráneo cálido):
    • 100 % Cynodon dactylon.
    O bien
    • 90 % Cynodon dactylon.
    • 10 % Lolium perenne.

    Cataluña:

    • 80 % Lolium perenne.
    • 20 % Poa pratensis.

    Norte Peninsular (Clima atlántico):

    • 40 % Lolium perenne.
    • 35 % Festuca rubra rubra.
    • 25 % Poa pratensis.

    Aparte de estas mezclas estandarizadas en Viveros Aranjuez (tlfno. de contacto: 649 392 085), situados en la localidad madrileña del mismo nombre, realizan mezclas personalizadas a cada tipo de Jardín y Suelo, para que el ahorro de agua sea el mínimo.

    Ideas para fomentar la resistencia a la sequía del césped

    1. Regar profundamente y no con mucha frecuencia, permitiendo que el césped sufra un poco de estrés antes de dar el riego, con el fin de fomentar que las raíces se desarrollen con profundidad.
    2. Evitar un crecimiento vegetativo excesivamente vigoroso ya que utilizaría mucha agua. Por ello, no se debe caer en el error muy extendido de fertilizar con niveles altos de nitrógeno. Éstos deben ser bajos, al contrario que el potasio, que hemos de subirle algo más de lo normal.
    3. Fertilizar en septiembre y en la primera quincena de diciembre.
    4. Elevar en lo posible las alturas de corte. Si se recomienda segar un césped de 4 a 6 cm, cortarlo a 6 cm.
    5. En general, potenciar un césped con raíces profundas en lugar de favorecer el crecimiento de brotes. Con ello se logra mejorar la resistencia a la sequía y ahorrar grandes cantidades de agua.
    6. Por último, cambiar el concepto de un césped verde en invierno. Cuando la gran mayoría de los vegetales quedan dormidos y en estado latente, ¿por qué el césped debe quedar verde? Los más resistentes a la sequía, como medida vegetativa natural, también amarillean en otoño, quedan pardos en invierno y vuelven a brotar en primavera.
    Zoysia japónica

    jueves, 14 de junio de 2007

    Céspedes resistentes a la sequía

    Cuando hablamos de jardines, todos asociamos esta idea a un lugar verde y con flores que nos alegra y relaja el espíritu. De hecho, está comprobado que el color más relajante es el verde, de ahí que sea utilizado en quirófanos, recomendado por neurólogos y clínicas de relajación. Inevitable también al hablar del color verde refiriéndonos a un jardín, es hablar del césped, que dentro de un jardín siempre le da un toque de vida espectacular.

    Actualmente, las sequías, la escasez de aguas y las altas temperaturas provocadas por el cambio climático han obligado a abrir nuevas alternativas a los céspedes y praderas: es el caso de las gravillas, cortezas, plantas cobertoras… Aún así, con todos estos "inconvenientes" no hay por qué renunciar al césped, ni siquiera reducirlo, siempre que conozcamos bien sus tipos y necesidades hídricas. Eligiendo bien la variedad no notaremos un gran consumo de agua.

    La familia de las gramíneas, que es una de las más importantes dentro del mundo vegetal, es la que proporciona la mayoría de las especies que se utilizan para la implantación de praderas de césped. Esta familia comprende unos 600 géneros y unas 5.000 especies distribuidas por todo el mundo. De todas ellas, sólo unas 20 han sido utilizadas para el césped. Los géneros más relevantes son Agrostis, Cynodon, Festucas, Lolium, Poa y Zoysia.

    Dentro de cada género hay muchas variedades; así, dentro del género Cynodon, podemos encontrar el Cynodon dactylon, Cynodon transvalensis, Cynodon magennisii, Cynodon incompletus… Analizando este género en cuestión vemos que en la Península Ibérica sólo se ha utilizado el Cynodon dactylon.

    Lolium Perenne

    Si bien el resto es mucho más resistente a la sequía, en España no ha sido comercializado hasta ahora. Actualmente se importan dichas semillas de Oregón, Arizona o Texas, lugares donde la sequía es extrema, dando resultados extraordinarios. Es el caso de Viveros Aranjuez, empresa que comercializa tanto para particulares, zonas deportivas o campos de golf.

    Césped con poco riego
    Para las personas que no quieren renunciar al césped y tengan previsto integrarlo en su Jardín, recomendaremos las siguientes especies como las más resistentes a la sequía:

    • Cynodon Dactylon: una de las gramíneas más duras y resistentes a la sequía, llegando a necesitar el 50% menos de agua que cualquier otro césped, o incluso menos. Conocida como "Grama de las Bermudas", no requiere ningún cuidado, es inmutable al pisoteo y los juegos mas fuertes. Prospera en toda clase de suelos (de pH 5 a pH 9). En invierno se agosta volviendo a rebrotar en primavera con renovado brío.
    • Lolium Perenne: un raygrassexcepcional que reduce las siegas a la mitad dado su lento crecimiento. Reduce el consumo de agua al 40 % de lo normal. No es recomendable sembrarla sola sino en mezcla con otras gramíneas.
    • Pennisetum Clandestinum: cubre rápidamente el terreno, dando ramificaciones de hasta dos metros de longitud en una temporada. Es muy resistente a la sequía, necesita hasta un 60% menos de agua que un césped normal. Es muy conocida por “Grama” y confundida por muchas gentes con la "Grama de las Bermudas" (Cynodon dactylon).
    Trébol enano y grama de las Bermudas
    • Festuca Arundinacea: gramínea muy resistente al calor y al frío extremos. Crece a la sombra también. Tiene muy poco mantenimiento y un ahorro de agua del 40%. Conviene mezclarla con Lolium perenne.
    • Festuca Arundinacea Bonsai: es la variedad "enana" similar a la anterior pero de crecimiento más lento. Muy resistente a las enfermedades y plagas ya que contienen hongos endófitos que la previenen de ellas. Se establece con rapidez gracias a su sistema radicular. No solo soporta la sequía sino la aridez más fuerte. Ahorra hasta el 60 % de agua y no necesita casi siegas.
    • Zoysia Japonica: crece en los suelos más pobres. Esta variedad presenta la ventaja frente a la Zoysia común su lento crecimiento lo que le hace disminuir sus siegas y mantenimiento. Más resistente a la sequía reduce sus necesidades de agua al 40%.

    martes, 12 de junio de 2007

    ¿Cómo llevar a cabo tu jardín zen?

    Descripción del ajardinamiento
    La función primordial de un jardín zen es la de convertirse en un lugar de relajación. Si además, como es el caso, se trata de un espacio ajardinado de unas oficinas, con más motivo su uso y contemplación debe transmitir calma. Para ello se han seguido las normas y principios del jardín zen: colocación y orientación de las rocas, paseos, decoración...

    El espacio viene marcado por dos grandes rectángulos de marmolina blanca, delimitados por pizarra, en contraste con el resto del suelo que es de color oscuro. Dentro de ellos, se sitúan grupos de tres rocas formando 90º, acompañados de plantas y los surcos realizados con grava, círculos concéntricos hechos con la propia marmolina.

    En las esquinas, fuera de estos rectángulos, hay grandes lajas de pizarra de cuarcita, colocadas de pie y rodeadas por vegetación. Donde ha sido posible se han enterrado los tiestos para que parezca que la planta sale de la propia grava. Hay un elemento de agua, para que exista un ruido de agua en el jardín: la fuente típica oriental llamada sisiodosi.

    Descripción de los trabajos realizados

    1.Instalación de la tarima de madera y preinstalación de luz y agua. Se marca en el suelo el replanteo del jardín.

    2. Tal y como nos describen desde Arte y Paisajes Urbanos: "después, fuimos a subir todo el material a la azotea, con una grúa".

    3. Se comienza por los bloques de pizarra negra, los bordillos de los dos rectángulos y el arco perimetral de madera.

    4. Se extienden las gravas, cada una en su espacio y se replantean los tiestos en su lugar, pegándolos al suelo para evitar que, por algún accidente, puedan volcarse o rodar.

    5. Se instalan los emisores del riego y la luz. Se colocan los bolos y lajas de pizarra y musgo.

    6. La fuente es un aparato típico oriental denominado sisiodosi. Consta de un bambú en forma de poste vertical. De un orificio de éste sale el agua a modo de cascada y cae en otro bambú hueco por dentro colocado perpendicularmente. Este último, al ir llenándose de agua por el peso, bascula y la hace caer a un depósito. Así, vuelve la caña a su posición inicial y recoge el líquido otra vez, para repetir el proceso continuamente. Es una fuente de circuito cerrado, no gasta agua y lleva en el depósito la bomba que eleva el agua al extremo del bambú vertical. El depósito se ha tapado y se han cultivado plantas para hacer más natural el entorno.

    7. El siguiente paso es la plantación: se llenan los tiestos con base de arlita y sustrato de exterior. Se termina creando los parterres con montañas de marmolina, que se rastrillan sobre la misma grava trazando círculos concéntricos.

    Debido a los condicionantes antes mencionados, las labores de mantenimiento y conservación de este jardín se hacen indispensables ya que hay que renovar el material vegetal cada cierto tiempo.

    viernes, 8 de junio de 2007

    Jardín Zen en azotea

    Los jardines de inspiración japonesa están de moda. Su capacidad para aportar quietud y serenidad al hogar es enorme, por eso están cada día más demandados. Sin embargo, no es sólo el entorno doméstico el mejor lugar para ubicarlos. He aquí un ejemplo sorprendente: esta azotea de un edificio de oficinas se ha convertido en un paraje zen de belleza en equilibrio. Sobre la idea y diseño de Krea Design, Arte y Paisajes Urbanos S.L. ha realizado la obra y asesorado en los materiales a elegir. El resultado es espectacular.

    A continuación, destacamos algunas de las características y condicionantes que han influido a la hora de trabajar:

    • Extensión del espacio: 300 m² aproximadamente.
    • La falta de suelo: todas las plantas tienen que ir en maceta.
    • Carga del suelo: no se pueden utilizar materiales pesados para no sobrecargar la estructura del suelo.
    • Accesos: el único modo de hacer llegar los materiales es con grúa desde el aparcamiento hasta la azotea.
    • Agentes climatológicos: las plantas han de soportar temperaturas extremas y vientos fuertes. Al vivir en maceta, la raíz es más sensible a los factores adversos.

    Materiales empleados

    • Grava volcánica.
    • Marmolina blanca.
    • Pizarra de cuarcita.
    • Bloques de pizarra negra.
    • Fuente (Sisiodosi).
    • Bolos de musgo.
    • Sustrato.
    • Macetas.
    • Tarima de madera.
    • Iluminación.
    • Arlita para drenaje.
    • Sistema de riego automático localizado en las plantas.

    Material vegetal (destacados)

  • Bambú.
  • Tejo.
  • Nandina domestica.
  • Salís caprea.
  • Corylus contorta.
  • Gramíneas variadas (Miscahthus, Carex, Calamagrostis sp.).
  • Arce japónica.
  • Juniperus horizontales.
  • Scyadopitis verticil.
    • Russelia equisetifor.
    • Cyca revoluta.
  • miércoles, 6 de junio de 2007

    Más información sobre las peonías

    Un poquito de cal
    Esta especie necesita un lugar soleado y un suelo nutritivo, preferiblemente arcilloso. La peonía también se conforma con un suelo pobre, siempre y cuando el hoyo de plantación sea grande y se llene con arcilla y estiércol bien podrido. La experiencia nos ha enseñado que esta flor agradece enormemente un poco de cal adicional.

    Muchas veces se asegura que hay que abonar la peonía en la primavera y después de la floración, pero hacerlo no es en absoluto necesario. En realidad, basta con esparcir alrededor de la planta estiércol de vaca seco y cal cada dos años. Fertilizar más intensamente sólo tiene sentido cuando la planta se utiliza para el cultivo profesional de flores de cortar.

    Una corta floración
    La mejor época de (tras)plantación es octubre y noviembre, después de que la peonía haya perdido las hojas viejas. Pero los ejemplares que se ofrecen en macetas pueden plantarse durante todo el año, siempre y cuando no hiele ni haga un calor tropical. Si da flores ya el primer año, es una buena señal; normalmente tarda un par de años hasta que florece. Si pasado este tiempo la planta aún no ha florecido, lo mejor que puedes hacer es desenterrarla en el otoño, y proporcionarle otro lugar en el que quizá se encuentre más a gusto.

    La floración comienza, dependiendo del tiempo, a principios de mayo con la peonía común (Paeonia officinalis) y finaliza a principios de julio con diversas variedades cultivadas de la peonía china (Paeonia lactiflora-hibrido). Si bien ofrece unas flores espectaculares, su periodo de floración es relativamente corto, de 2 a 3 semanas, dependiendo de la temperatura. Un pequeño consuelo es la decorativa hoja de refrescante verde, que proporciona equilibrio en el arriate, aunque tampoco hay que olvidarse de las preciosas cápsulas que siguen a la floración.

    Cuidado con la profundidad
    Plantar una peonía a gran profundidad dará como resultado una floración muy pobre o nula. Las puntas de los rizomas sólo pueden cubrirse con 5 a 7 cm. de tierra. Debido al peso de sus flores puede ocurrir a menudo que la planta se caiga. Colocar mimbre alrededor de la planta puede ofrecer el apoyo suficiente. También puedes poner una red de tela metálica alrededor de la peonía que prácticamente no llamará la atención, pero aún más fácil es utilizar soportes para plantas, disponibles en diversas formas y de color verde.