miércoles, 23 de mayo de 2007

Cestas para plantas

Si tus gustos de decoración tienen reminiscencias rurales; si te gusta el calor de una chimenea y gozas con la vista de un prado verde a través de una ventana; si un hogar significa una mecedora junto al fuego, entonces, te encantarán las sugerencias que exponemos a continuación. Rodea tus plantas con una bonita y original cobertura de mimbre o cáñamo. Las cestas son objeto, hoy en día, de diversos estilos de diseño, desde el más tradicional, la de "caperucita", a diseños en ángulos rectos y en un sinfín de colores.

Una para cada planta
Dispones de un amplio catálogo en el mercado y se adaptan perfectamente a la apariencia de cada especie. Más grandes o en miniatura, colores pastel o muy vivos, con asa o sin ella, cuadradas, redondas... Además se pueden utilizar para múltiples arreglos, desde la simple introducción de la maceta dentro de ella, lo que nos permite reciclarla para otras especies, hasta el trasplante o un diseño con flores secas.

Existen cestas especialmente diseñadas para trasplantar: puedes adquirirlas en establecimientos especializados. Su peculiaridad es que el fondo está cubierto con un plástico que nos permite regar la planta sin que el agua se cuele por las oquedades. Los pasos a seguir a la hora del trasplante son los siguientes:

  • Primero distribuiremos las especies, en su maceta, dentro de la cesta, justo en el lugar que deseamos que permanezcan. Esto nos servirá para fijar la ubicación y no arrepentirnos cuando sea demasiado tarde.
  • Añadimos una primera capa de sustrato a la base de la cesta, para poder encajar bien los cepellones.
  • Sacamos el cepellón de raíces de la maceta, y lo colocamos en esta primera base de sustrato.
  • Cubrimos por completo los cepellones con el sustrato.

Cuidados especiales
El resultado será de nuestro agrado si hemos elegido bien el tipo de cesta, de acuerdo a las especies que hemos plantado, a sus tamaños y colores. Es importante tener en cuenta que este tipo de plantación requiere menos riego que en el caso de una planta en maceta o en jardín, ya que el drenaje es menor y el plástico retiene más la humedad. Si regamos demasiado, corremos el riesgo de podredumbre o ataque de hongos.

Podemos realizar una cesta con una sola especie o combinar varias. En el primer caso, teniendo en cuenta que la planta gozará de más humedad, y el drenaje será menor, las atenciones serán las que necesite la especie en cuestión. En el segundo es muy importante la ubicación de la cesta y los cuidados, pues no todas las especies se desarrollan del mismo modo en similares condiciones. Lo ideal sería asegurarnos primero de que las plantas que escogemos son iguales en su mantenimiento, pero, en el caso de que sea demasiado tarde, o nos empeñemos en combinar ciertas especies, tenemos que buscar el mal menor. Nos informaremos de los cuidados que necesita cada una y estableceremos un criterio común para todas.

Podemos adquirir cestas ya realizadas en floristerías, pero debemos tener en cuenta dos cosas: que al hacerlo nosotros mismos la satisfacción es mayor, ya que será de nuestro gusto, y en segundo lugar que este tipo de composiciones resultan bastante caras. La propia elaboración de una cesta con vegetales, resultará más económico y gratificante.

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